¿Qué es?
Consiste en la salida de sangre por la nariz. Suele ser consecuencia de la rotura de algunos de los pequeños vasos sanguíneos del interior de la nariz. Estos vasos se pueden romper por uno de estos motivos:
- Resfriados
- Sonarse con fuerza
- Hurgarse la nariz
- Ambiente muy seco
- Introducirse algún objecto en la nariz
- Golpes
¿Qué puedes hacer?
En primer lugar, puedes prevenir esta situación si no te hurgas la nariz, ni con el dedo ni con ningún objeto. Si te sangra la nariz habitualmente procura estornudar, con la boca abierta.
- Es muy importante avisar alguien para que te pueda ayudar.
- Estate tranquilo e intenta respirar por la boca.
- Siéntate con la cabeza inclinada hacia delante.
- Presiona la parte blanda de la nariz por donde sale la sangre con el pulgar y el índice durante diez minutos. Te puedes ayudar de una gasa o de un pañuelo para no mancharte. Durante este tiempo intenta no hablar, ni toser, ni respirar por la nariz.
- Cuando la nariz ya no sangre, evita hacer esfuerzos durante unas dos horas. Así evitarás que la nariz te vuelva a sangrar.